Es necesario comprender, tras la sucesión de hechos y las ideas, como desentrañar, detrás de los fenómenos, bajo lo superficial, la esencia de los procesos históricos. Es decir el método de análisis, del cual este párrafo -y todo el prologo de Engels a Las lucha de clases en Francia– es un ejemplo:
“El trabajo que aquí reeditamos fue el primer ensayo de Marx para explicar un fragmento de historia contemporánea mediante su concepción materialista, partiendo de la situación económica existente. En el “Manifiesto Comunista” se había aplicado a grandes rasgos la teoría a toda la historia moderna, y en los artículos publicados por Marx y por mí en la “Neue Rheinische Zeitung” [3], esta teoría había sido empleada constantemente para explicar los acontecimientos políticos del momento. Aquí, en cambio. se trataba de poner de manifiesto, a lo largo de una evolución de varios años, tan crítica como típica para toda Europa, el nexo causal interno; se trataba pues de reducir, siguiendo la concepción del autor, los acontecimientos políticos a efectos de causas. en úItima instancia económicas.
Cuando se aprecian sucesos y series de sucesos de la historia diaria, jamás podemos remontarnos hasta las últimas causas económicas. Ni siquiera hoy, cuando la prensa especializada suministra materiales tan abundantes, se podría, ni aun en Inglaterra, seguir día a día la marcha de la industria y del comercio en el mercado mundial y los cambios operados en los métodos de producción, hasta el punto de poder, en cualquier momento hacer el balance general de estos factores, multiplemente complejos y constantemente cambiantes; máxime cuando los más importantes de ellos actúan, en la mayoría de los casos, escondidos durante largo tiempo antes de salir repentinamente y de un modo violento a la superficie. Una visión clara de conjunto sobre la historia económica de un período dado no puede conseguirse nunca en el momento mismo, sino sólo con posterioridad, después de haber reunido y tamizado los materiales. La estadística es un medio auxiliar necesario para esto, y la estadística va siempre a la zaga, renqueando. Por eso, cuando se trata de la historia contemporánea corriente, se verá uno forzado con harta frecuencia a considelar este factor, el más decisivo, como un factor constante, a considerar como dada para todo el período y como invariable la situación económica con que nos encontramos al comenzar el período en cuestión, o a no tener en cuenta más que aquellos cambios operados en esta situación, que por derivar de acontecimientos patentes sean también patentes y claros. Por esta razón, aquí el método materialista tendrá que limitarse, con harta frecuencia, a reducir los conflictos políticos a las luchas de intereses de las clases sociales y fracciones de clases existentes determinadas por el desarrollo económico, y a poner de manifiesto que los partidos políticos son la expresión política más o menos adecuada de estas mismas clases y fracciones de clases.
Huelga decir que esta desestimación inevitable de los cambios que se operan al mismo tiempo en la situación económica —verdadera base de todos los acontecimientos que se investigan— tiene que ser necesariamente una fuente de errores. Pero todas las condiciones de una exposición sintética de la historia diaria implican inevitablemente fuentes de errores, sin que por ello nadie desista de escribir la historia diaria.” Federico Engels 11https://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/francia/francia1.htm